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viernes, 18 de noviembre de 2011

Monólogo de un sueño perdído


Qué tarde tan bella, no podría pedir más a la vida y me satisface pensar que existen nuevas ideas en que pensar, nuevos momentos de que vivir y simplemente pasarme el tiempo provocándolas.

Ya es tarde a veces mis pensamientos no concuerdan con mis hechos, siento que voy llevando todo a la ligera y no me doy cuenta de las cosas importantes que me dan y simplemente las desperdicio. Pronto llegará el día en que no estaré más y nunca entenderé para que viniera acá. 

Después de pensar tanto recién me di cuenta que me equivoque,  por más dubitativo que esté no puedo dejar abandonado mis sueños y mi esperanza de encontrarme.
Me di cuenta tarde, pero me di cuenta.

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